Con tanto trabajo, he estado yendo y viniendo a la tienda de Cáceres A nadie le amarga un dulce; porque cuando te pones a hacer las galletas es cuando te das cuenta de todo lo que te va haciendo falta. Y después de los ratos en la tienda, de preguntas, de respuestas, de consejos, de risas, de tanta atención y amabilidad... Tenía que agradecérselo de algún modo y como los donuts se perdieron por el camino jejej y...a nadie le amarga un dulce, les llevé unas napolitanas de chocolate.
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Falta una, que desapareció misteriosamente antes de hacer la foto ¿no chicos? jejeje. Me alegra que os hayan gustado.
¡¡Gracias por todo!!
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